Sentados uno
delante del otro, mirándonos como dos locos enamorados. Tiene mis dos manos
entre las suyas, las acaricia, las besa, y consigue que todo mi cuerpo se
estremezca. Me acaricia suavemente el brazo y yo no lo aguanto más, me mata esa
mirada, esa sonrisa, y sentir sus caricias en mi piel. Estamos en un precioso
restaurante de Madrid. Me ha llevado allí para que por fin estemos juntos. Me
quiere, y no soporta estar sin mí, eso es lo que no para de demostrarme durante
toda la noche.
Estoy inmersa en
mis pensamientos, en lo que me acaba de decir minutos atrás… pero siento como
sus manos me rodean devolviéndome a la realidad. Ha acercado su silla hasta
quedar justo a mi vera. Se acerca a mi oído, deslizando delicadamente mi pelo
hasta que nada le dificulta poder susurrarme: Me vuelves loco. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo al oír sus palabras.
Le miro y veo como se dibuja en su cara esa sonrisa pícara que tanto me gusta.
Le miro imitándole el gesto y me acerco a él, ahora me toca a mí. Avanzo hasta
quedar a escasos centímetros de su boca, sin dejar de mirarle a los ojos
acaricio su rostro. Veo como sus párpados empiezan poco a poco a cerrarse, y
siento ya su respiración en mi piel. Estoy deseando darle ese primer beso que
tanto tiempo llevo anhelando, pero puede esperar, acaba de despertar mi lado perverso,
y voy a seguir el juego que él ha empezado. Me acerco a su cuello, él sigue con
los ojos cerrados, seguramente esperando que roce sus labios, pero se equivoca.
Acorto los pocos centímetros que me separan de él y poso mis labios en su
cuello hasta fundirlos en su cálida piel. Siento como él se estremece, ahoga un
quejido en sus murmuros… ufff Ana… no
puedo más, me dice todavía con los párpados cerrados. Ahora quién ríe soy
yo.
Abre los
ojos de golpe y me mira serio. Me asusta esa mirada. Introduce la mano en uno de los
bolsillos del pantalón y deja un billete encima de la mesa. Coge mi mano y tira
de mí para que me levante. Lo hago, me pongo en pie y le miro extrañada. Sigue
cogiendo mi mano, con fuerza, con firmeza, le noto tenso. Con mi otra mano me
acerco hasta la suya y la acaricio. Reacciona al instante. Me sonríe y se
acerca a mí de nuevo. No os podéis imaginar lo que adoro tenerle cerca. Esta noche te quiero solo para mí, te
necesito. Me mata, cada una de sus palabras, cada uno de sus gestos… no
puedo evitar pensar que todo eso es un sueño divino. Sin dejar que se separe de
mi oído, sin dejar que vuelva a su posición inicial, me acerco a él y vuelvo a
deslizar mis labios por su cuello. Ahora si, no puede más. Siento como aprieta
mi mano con mayor intensidad y salimos de allí precipitadamente.
En cuestión de
minutos veo la entrada del hotel. Tira de mí para que vaya a su ritmo, pero mis
piernas, aunque intentan seguirle, son incapaces de hacerlo. Paro en seco, no
puedo más, va a matarme. Me suelto de su mano e intento recuperar el aliento
que he perdido entre las frías calles de la ciudad. Siento al instante
como sus brazos rodean mi cintura. Apoya su cabeza en mi hombro y me atrae
hacia él. Lo siento princesa, es que me
muero de ganas de que estemos solos, por fin. Me deshago de sus manos y giro
hasta quedar frente a frente. Le sonrío y me acerco poco a poco. Yo también me muero de ganas de estar sola
contigo, Pablo, le susurro. Pasa una mano por mi cintura, atrayéndome aún más a él,
hasta que siento el contacto de su pecho contra el mío. Mi respiración sigue
desacompasada, me pierdo en sus ojos que no dejan de mirarme y siento como su
otra mano empieza a acariciar mi rostro con ternura. Ahora sí, sé que ha
llegado el momento y quiero disfrutarlo. Cierro los ojos y siento como poco a
poco se acerca a mí, siento su respiración. Y sucede, ese momento mágico con el
que tanto había soñado. Siento el calor de sus labios contra los míos, los roza
con ternura y me pierdo en aquél beso que no quiero que acabe nunca. Aleja
lentamente su boca de la mía, abro los ojos pausadamente y le veo. Sigue con
los ojos cerrados, su carita refleja felicidad y veo como dibuja una sonrisa en
su rostro, le adoro. Esta vez soy yo quien acorto los centímetros que me
separan de él y me acerco con cuidad a su boca para besarle de nuevo, con ternura, él
sigue sin abrir los ojos y corresponde a mis besos. Desliza su mano de mi
espalda hasta mi mano. Entrelaza sus dedos con los míos y volvemos a
separarnos. Esta vez me mira, sonriente y con dulzura. Aprieta mi mano con
suavidad y tira de mí para continuar el camino hasta el hotel.
Coge la llave en la
recepción sin soltarme y caminamos cogidos de la mano hasta el ascensor. Las
puertas se cierran y el elevador empieza su camino. No deja de mirarme, su
mirada denota una mezcla de ternura y pasión que me encanta. Se acerca a mí y
me abraza. No sé cómo he podido ser tan
idiota. Te quiero Ana. Sonrío y una lágrima resbala por mi mejilla. Me
sumerjo en sus brazos ahogando mis lágrimas y él lo nota al instante. Se separa
un poco, lo suficiente para ver mi rostro inundado. Me acaricia e intenta
tranquilizarme. Te quiero, te quiero, te
quiero, susurra entre beso y beso. Las puertas del ascensor se abren de
nuevo y salimos de allí abrazados, entre besos y caricias, deseando llegar a la
habitación. Me da la llave para que sea yo quién abra la puerta. Me abraza por
detrás y me da pequeños besos por el cuello. Me adentro en el cuarto y observo
sorprendida todo lo que ha preparado. Hay velas encendidas por toda la habitación,
la cama cubierta por centenares de pétalos de rosa, y una botella de champán y
dos copas reposan sobre una pequeña mesita. ¿Te
gusta? Sigue abrazándome por la espalda. Giro y le miro, tiene los ojos
brillantes y una sonrisa de oreja a oreja. Me acerco a él te quiero le digo antes de besarle. Me besa ansioso, no deja de
recorrer todo mi cuerpo con sus manos y me va acercando pausadamente hasta el
borde de la cama. Deja mi boca, me mira, serio. Se acerca a mi cuello ahora y
funde sus labios en mi piel. Vas a
volverme loca, le susurro. Con sus labios todavía en mi cuello me mira y se
ríe. Ahora sí, siento como sus manos juegan en mi espalda y empieza a deslizar
la cremallera del vestido. Entrelazo mis dedos en su pelo y con cuidado tiro de
él porque quiero sentir de nuevo su boca en la mía. Siento la dulzura de sus
besos de nuevo, y busco los botones de su camisa para desabrocharlos. Hace
calor y la ropa ya sobra…
Su mano reposa en el final de mi espalda, y siento mi dorso desnudo. Traza la curva de la cintura y
me atrae más a él. He desabrochado el último botón de esa camisa blanca que
tanto me provoca. Deslizo mis manos por sus hombros y oigo como la prenda cae
al suelo. Acaricio con ansia su pecho, su torso ya desnudo y siento como Pablo se
estremece. Ahora es él quién ha recorrido mis hombros y ha dejado caer mi vestido al suelo. Apenas me doy cuenta del gesto hasta que siento que mi cuerpo
descansa sobre la cama. Me ha tendido con cuidado, sin dejar de besarme. Apago
el placer de sus besos en mis manos, he llegado ya a su cinturón y lo
desabrocho sin pensarlo. Ahora me molesta el pantalón. Imito el gesto de antes
y con su ayuda, nos deshacemos de él. Siento su piel sobre la mía, sus labios y
manos recorren todo mi cuerpo y es él quien desnuda íntegramente, mi cuerpo y
el suyo. Vuelve a mis labios y los besa con ternura, paseo mis manos por su nuca
y acaricio su espalda. Empieza un baile de caricias, gemidos y susurros, un baile
de besos, cariño y pasión. Le siento dentro de mí, y no deja de besarme. Me
dejo llevar por él, por sus movimientos y por la pasión que destila esa
habitación.
Te amo, oigo que murmura entre gemidos. Ana, te amo insiste.
Entre sus palabras
y sus caricias me lleva al cielo. Se tumba a mi lado y me apoyo en su pecho. Siento
todavía su respiración entrecortada, cansada y sin aliento. Me abraza con
fuerza y me besa la frente… Me quedo dormida, envuelta por el aroma de su
cuerpo y agotada por tanto amor que le he dado. Me sumerjo en sus brazos y me
duermo así, como quiero hacerlo todas las noches del resto de mi vida.
Dios miooooo!! He muerto de amor y de deseooo!! Quiero muxos capitulos como este, Me ha estremecido el cuerpo..
ResponderEliminarBufffffffffff!!!! #QuieroserLaProtagonista
Me matas, me matas, siiiii soy @Malvadealboran
owwwwwww!! No puedo expresar lo que me has echo sentir al leer este capitulo, INDESCRIPTIBLE... Quiero poder leer todos los dias...soy @Malvadealboran
ResponderEliminarNo entiendo como lo haces, pero cada capitulo ea mejor que el anterior. Un beso genia. Daniela (THEDM)
ResponderEliminarGJBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBB
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